En la decada de los 50 el doctor Ernest Gräfenberg describío por primera vez el punto G. Se trata de un punto situado en el interior de la vagina, tras el hueso pélvico y alrededor de la uretra, y su estimulación provoca la eyaculación femenina.
Esta enigmática zona es considerada el foco de la máxima excitación de la mujer.
Ante semejante descubrimiento la ciencia comenzó a trabajar !Eh! !que parece ser que las mujeres pueden disfrutar del sexo! ¿Será verdad? Estudios, encuestas, debates...
!Pues sí, existe el punto G y tanto los hombres como los vibradores lo pueden estimular!
Pero... ¿Tenemos algún punto más?
Durante los preliminares y el acto sexual toda la zona genital femenina tiene es una fuente potencial de excitación y placer. No debería entonces sorprendernos que la uretra, situada entre el clítoris y el comienzo de la vagina, tenga también un potencial orgásmico propio.
Pero... ¿Tenemos algún punto más?
Durante los preliminares y el acto sexual toda la zona genital femenina tiene es una fuente potencial de excitación y placer. No debería entonces sorprendernos que la uretra, situada entre el clítoris y el comienzo de la vagina, tenga también un potencial orgásmico propio.
Esta zona, denominada punto U, debe estimularse con una firme presión.
Pero no hay dos sin tres, ¿no dicen eso? Pues siguieron investigando hasta encontrar el punto A, localizado a medio camino entre el punto G y el cuello de la vagina. La estimulación de este punto produce una mayor excitacion, más rápida y prolongada lubricación y MULTIPLES ORGASMOS. !Usémoslo!
Pero no hay dos sin tres, ¿no dicen eso? Pues siguieron investigando hasta encontrar el punto A, localizado a medio camino entre el punto G y el cuello de la vagina. La estimulación de este punto produce una mayor excitacion, más rápida y prolongada lubricación y MULTIPLES ORGASMOS. !Usémoslo!
Entre las posiciones más recomendadas para disfrutar de este desconocido punto está la del perrito.
Bueno pues... aunque parezca increible todavía tenemos más. En 1998 la doctora Barbara Keesling encontró el casi inaccesible punto K, casi al final de la vagina, llegando al cuello del útero.
¿Y yo me pregunto?... ¿Importa el tamaño? ;)
!Tenemos todo un abecedario en nuestras entrañas!
Talleres eróticos: Escuela de Diosas.
Bueno pues... aunque parezca increible todavía tenemos más. En 1998 la doctora Barbara Keesling encontró el casi inaccesible punto K, casi al final de la vagina, llegando al cuello del útero.
¿Y yo me pregunto?... ¿Importa el tamaño? ;)
!Tenemos todo un abecedario en nuestras entrañas!
Talleres eróticos: Escuela de Diosas.
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