Vela Afrodisíaca
Vela aromática con aroma a Rosa.
Las velas crean sensación de calidez y tranquilidad y a la vez aromatizan.
Enciende la vela y déjela quemarse por 20 minutos, un aroma afrodisiaco llenara la habitación. Luego vierta la cera derretida en la palma de la mano y aplÍquela suavemente sobre la piel (el aceite estará caliente, pero no quemara)
Ideal para crear un ambiente romántico al momento del masaje y la relajación.
Tinte púbico
GLO GLÓ es la primera coloración íntima para el vello púbico y corporal que se presenta en el mundo.
GLO GLÓ tiñe y cubre perfectamente las canas del vello púbico, femenino o masculino, y se aplica fácilmente en la intimidad del hogar sin ningún riesgo.
No contiene amoníaco. No irrita la piel.
Colores: rubio, rojo, castaño.
domingo, 14 de octubre de 2007
Share. Arnés sin cuerdas.
lunes, 8 de octubre de 2007
El Por Qué del Tuppersex
“No debes masturbarte”, “No pierdas tu virginidad hasta que encuentres al hombre adecuado”… Y ¿Cómo se yo si es el adecuado o no? ¿Por qué no debo masturbarme si me hace sentirme bien y me relaja?
La sociedad nos ha inculcado unos valores excesivamente conservadores en torno al sexo, principalmente a nosotras, las mujeres. Cuando un hombre dejaba de ser virgen se le daba una palmadita en la espalda, a nosotras se nos tachaba de “ligeras de cascos”.
Y las mujeres éramos peores que los hombres “Ojo con Isthar, es muy abierta” Comentó en una ocasión una de mis “mejores amigas” a uno de mis amantes. Sin embargo olvido mencionarme a mí que aquel caballero en cuestión estaba comprometido. Afortunadamente el chico, más abierto de mente que mi “amiga”, sabía lo que quería y, según me confesó años más tarde, le contestó que de eso se trataba.
Los tiempos van cambiando y el sexo se va normalizando. Las mujeres estamos aceptando nuestra sexualidad, nuestros deseos y nuestro derecho a disfrutar de los placeres carnales. Hemos pasado de apenas mencionar el sexo en nuestras conversaciones a comentarlo abiertamente pero… no nacemos enseñadas y a veces es recomendable ayudarnos unas a otras. Y es en este contexto en el que surgen las reuniones Tuppersex.
Los juguetes sexuales han evolucionado mucho en los últimos tiempos, muchas mujeres nos hemos convertido en consumidoras habituales y otras muchas no lo son exclusivamente por desconocimiento.
Una reunión tuppersex es una excusa para dedicarnos unas horas a nosotras mismas, es una terapia de grupo, una forma de quitar prejuicios y enriquecer nuestra vida sexual.
La sociedad nos ha inculcado unos valores excesivamente conservadores en torno al sexo, principalmente a nosotras, las mujeres. Cuando un hombre dejaba de ser virgen se le daba una palmadita en la espalda, a nosotras se nos tachaba de “ligeras de cascos”.
Y las mujeres éramos peores que los hombres “Ojo con Isthar, es muy abierta” Comentó en una ocasión una de mis “mejores amigas” a uno de mis amantes. Sin embargo olvido mencionarme a mí que aquel caballero en cuestión estaba comprometido. Afortunadamente el chico, más abierto de mente que mi “amiga”, sabía lo que quería y, según me confesó años más tarde, le contestó que de eso se trataba.
Los tiempos van cambiando y el sexo se va normalizando. Las mujeres estamos aceptando nuestra sexualidad, nuestros deseos y nuestro derecho a disfrutar de los placeres carnales. Hemos pasado de apenas mencionar el sexo en nuestras conversaciones a comentarlo abiertamente pero… no nacemos enseñadas y a veces es recomendable ayudarnos unas a otras. Y es en este contexto en el que surgen las reuniones Tuppersex.
Los juguetes sexuales han evolucionado mucho en los últimos tiempos, muchas mujeres nos hemos convertido en consumidoras habituales y otras muchas no lo son exclusivamente por desconocimiento.
Una reunión tuppersex es una excusa para dedicarnos unas horas a nosotras mismas, es una terapia de grupo, una forma de quitar prejuicios y enriquecer nuestra vida sexual.
domingo, 7 de octubre de 2007
Las chicas malas van al cielo y las malas a todas partes...
La mayoría de las mujeres prefieren ser buenas antes que disfrutar de la vida; durante generaciones se les ha inculcado que han de ser resignadas y complacientes. Pero la experiencia demuestra que solo aquellas que conocen sus metas y luchan por ellas, digan lo que digan los otros, las alcanzan.
Cama de Rosas.
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